JOVENES EMPRESARIOS RESPONSABLES

De acuerdo con la Encuesta "Millennials 2017" elaborada en España por la consultora Deloitte, más de la mitad los "millennials" encuestados, esto es, los nacidos en las dos últimas décadas del siglo XX,  se sienten capaces de contribuir a causas benéficas o sociales a través de su trabajo, refiriendo uno de cada cuatro como asuntos que más les preocupan la desigualdad de renta y distribución de la riqueza o el cambio climático y protección del medio ambiente. Tales datos revelan como el joven conecta por  naturaleza con la responsabilidad social corporativa (o RSC); para aquellas no duchos en la materia deben conocer que este concepto comprende “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores” según el Libro Verde de la Comisión Europea  “Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas”.

 El pasado día 24 de enero tuvo lugar el I Encuentro RSC #Empresariosresponsables promovido por AJE Región de Murcia en el que se dieron cita jóvenes empresarios y representantes de organizaciones no gubernamentales, de entidades del tercer sector (o sector social) y del ámbito universitario, foro en el que se analizó la situación actual de la responsabilidad social corporativa desde el punto del joven empresario así como las inquietudes de las entidades que promueven los valores de la RSC en su día a día.

 Fueron numerosas las opiniones que se pusieron de manifiesto en esta jornada, si bien de las ideas expuestas pueden extraerse una serie de conclusiones.

1. Las acciones de responsabilidad social corporativa no deben desarrollarse con el único fin de mejorar la imagen pública de una empresa, deben “salir de dentro”. Ello no obsta para que sea conveniente que se den a conocer públicamente las medidas adoptadas por una empresa entorno a la RSC en la medida que es necesario visibilizar tales acciones y hacer llegar a la sociedad la necesidad de ser socialmente responsable. 

2.  Debe tenderse a normalizar a los colectivos sobre los que se centra la RSC; tomando como ejemplo a cualquier colectivo de los denominados “en riesgo de exclusión social” debe huirse de tal calificativo y promover su normalización facilitando su inclusión en la sociedad y que no se perpetúen ciertas estigmatizaciones. 

3.  Las empresas y las entidades del tercer sector deben relacionarse en condiciones de igualdad, huyendo de antiguas concepciones en las que la empresa se presentaba en un nivel superior o se limitaban a realizar aportaciones económicas a las entidades del tercer sector.

4.  La RSC es un concepto transversal que afecta a distintos ámbitos de la empresa. Las acciones de responsabilidad social, como cualquier otra faceta de la empresa, no pueden centrarse en un solo ámbito, ya sea el social, medioambiental o de otra índole, dado que de dirigir toda la atención a un solo foco se corre el riesgo de romper el equilibrio, el cual resulta fundamental a la hora de promover la mejora de la sociedad, fin último que procura la responsabilidad social corporativa.